¿Sabes lo que es sentir miedo cuando eres mamá?

Horrible.

Es la impotencia de saber que en tus fuerzas proteger 3 pequeños es prácticamente imposible. Lucho con este pensamiento a diario y el 2020 ha traído ese pensamiento una y otra vez. Ha sido una lucha de reprender ese temor, y creer que la mano de Dios nos protege especialmente cuando yo no puedo…

Gracias a que mi amiga Dani y yo decidimos atascarnos de versículos para terminar la biblia a fin de año, he podido leer pasajes y pasajes de los momentos más difíciles del pueblo de Israel. Y creo que eso ha sido gran parte por la que sigo cuerda durante lo que parece ser el pre-rapto. A pesar de los videos, audios que he escuchado alertándome, exigiéndome a almacenar comida por al menos 6 meses, porque al parecer esto va de mal en peor, no puedo mas que sentir paz aun con mi alacena llena con 2 semanas de comida.

Hace mucho tiempo existió un pueblo que fue guiado hacia un desierto por 40 años. Te puedo asegurar que no tuvieron si quiera una alacena. Durante todos los primeros libros de la biblia se recuerda una y otra vez de esos años en el desierto y los milagros de Dios en los cuales la ropa no se acababa y la comida jamás faltaba. He pensado una y otra vez que si debo almacenar comida como estos audios dictaminan, pero no puedo dejar de pensar en las personas que apenas tienen alimento al día. Y Dios jamás se olvidaría de ellos. Dios no ve clases sociales, alacenas llenas. Dios ve nuestro interior, nuestro corazón y si somos hijos de Dios debemos estar seguros que El va proveer para CADA uno de sus hijos. Creo que este tiempo nos asusta a todos. Nos hace pensar mil cosas, y querer prepararnos para un apocalipsis. Y aunque no está mal ser precavido, siento que Dios no nos dejaría en el medio de un desierto desamparados, porque ese no es el Dios que se dice ser. Asi que aunque el mundo parezca estar acabándose como esas películas que parecían solo películas, mi alma seguirá durmiendo como Jesús en la barca en medio de la tormenta. En Dios tengo paz.