2 Timoteo 2:10

Vivimos injusticias, vivimos impotencias, nos quedamos con las ganas de haber podido decir más y cuando nos estamos bañando estamos ganando la discusión ante ese conflicto que ya pasó . Pero hay batallas en las que simplemente es mejor quedarnos callados. Como un amortiguador y como lo dice 2 de Timoteo, amortiguando esos golpes duros en amor a los demás. Ahora que soy madre, como lo puedo entender. La mejor manera de enseñarle a mis hijos es con el ejemplo y ah como han habido ocasiones en las cuales quisiera decirle a la señora que se metió en la fila, o la que no dijo gracias cuando le abrí la puerta o la que se portó tan grosera en Parisina, todas sus verdades. Pero no, tengo un pequeño niño de 4 años viendo atentamente cada reacción que doy. Y si quiero enseñarle a ser una persona amable y bondadosa no me puedo dejar llevar por esto. Claro que estos son simples ejemplos que no se comparan con situaciones reales y mucho mas complicadas pero hay ciertas batallas que no se ganan como pensaríamos. A veces hay personitas como nuestros hijos o hasta personas ya adultas que están viendo cada reacción que tenemos. Y a lo mejor no te has dado cuenta pero gracias a que amortiguaste el golpe esa persona que te está viendo atentamente puede seguir creciendo en bondad y amor. Quiero que mis hijos crezcan y sean personas que perdonan fácilmente y aman mucho que no tienen corazones endurecidos ante todos los golpes de esta vida y si eso quiere decir que debo amortiguar problemas o injusticias que pasen en mi vida, entonces que sea así. Aunque no parezca, estoy ganando la batalla y mi futuro, mis hijos, están recibiendo toda la recompensa y eso vale todos los golpes amortiguados que pueda recibir.

La mamá de Jesús

¿Cuándo nos damos cuenta que al tener hijos tenemos la mayor de las responsabilidades? Me obsesiona a veces pensar en la crianza que llevó Jesús. ¿Que tipo de mamá fue María con Jesús? Tuvo que haberle enseñado a caminar, tuvo que haberle sobado un raspón cuando se cayó de tanto jugar.. tuvo que haberle enseñado sobre Dios porque Jesús también fue humano. La virgen María tuvo el gran privilegio de ser la madre de Jesús, pero ¿crees que fue una madre pasiva que pensó que Jesús siendo hijo de Dios no necesitaría su guianza, su amor, sus regaños, sus palabras de ánimo? Su trabajo no terminó en dar a luz a Jesús sino que ahí comenzó. María dió a luz al salvador, me imaginó que vió la gran responsabilidad que tenía bajo su cuidado. Nuestro trabajo no termina al dar a luz, o darles una cama, comida, y educación. Estamos criando el futuro de este mundo. Estamos criando personas que cambiaran el mundo para bien o para mal. Estamos construyendo el fundamento de lo que será el resto de la vida de nuestros hijos y eso no merece una crianza pasiva. Merece una crianza que requiere toda nuestra atención, todas nuestras fuerzas. Tenemos la dicha de sentir crecer dentro de nuestro vientre un milagro de vida, de saber el gran impacto que podemos tener en la vida de nuestros hijos y de algún día dejar que nuestros hijos se vayan del nido y ¿que vamos a ver?

Dios no nos ha dado un espíritu de temor…

A las mamás nos encanta pensar a futuro. Nos encanta imaginarnos futuras escenas en la vida de nuestros hijos que aún no han sucedido y nos gusta estresarnos gracias a esas escenas que aún no han sucedido. Una de ellas es la generación en la que mi hijo crecerá. Muchos valores han sido corrompidos y muchos roles en casa han sido distorsionados que será algo que mi hijo verá a diario como si fuera algo común. A veces quisiera encerrarlo en casa y jamás compartirlo con el mundo porque me inunda un temor de los escenarios que me imagino cuando sea un adolescente y tenga que defender sus convicciones. Y esos escenarios en mi mente, no terminan favorablemente porque este mundo a veces es muy cruel e injusto. Sin embargo, como dice 2 de Timoteo Dios nos ha mandado a no tener miedo, a no temer estás futuras situaciones. Él nos dará valor y la sabiduría necesaria para cuando lleguen estas situaciones. Así como llegaba el maná cuando no había nada de comer, así llegarán las herramientas correctas para cuando enfrentemos estos escenarios justo en el preciso momento. A veces le tememos al mundo porque sabemos que nosotras mismas no podemos contra él, y olvidamos que Jesús ya peleó esa batalla y la ganó. Vivimos atemorizadas de este mundo y tenemos a nuestros hijos encerrados en una burbuja pero Dios quiere que vivamos una vida plena sin temor al mundo. Nuestros hijos serán la luz de este mundo, luz que este mundo necesita ver, pero jamás la conocerán si tenemos miedo y vivimos encerrando y escondiendo esa luz.

Mamá pata

Cuando escuchaba la frase “caminar con Dios” siempre me imaginaba sola casi como esta imagen de este pato. Mientras meditaba en esto hace unos días se me vino a la mente la imagen de esta pata nuevamente pero detrás de ella unos cuantos patitos siguiendo cada movimiento que daba. Tres patitos me seguían y sin duda ni miedo imitaban cada paso que daba. Estaban conociendo el mundo a través de MIS ojos. Yo iba abriendo camino para ellos e iba guiando sus pequeñas pataditas para lo que un día serán patadas seguras e independientes. Ellos no podían ver lo que yo veía, solo veían a mamá y seguían mis pasos. Ya no iba sola en mi caminar, ahora me siguen tres patitos. Y espero que este mundo que están viendo a través de mí un día sea algo que ellos pisen con seguridad, valentía e independencia así como lo llegan a ser los patitos cuando crecen y dejan a mamá.