Soy la porrista de mi esposo

  
Hay papás de todo tipo, los que pasan largo tiempo con sus hijos, los que sólo los pueden ver en la noche después de un largo día; los que sacan a sus hijas a citas, o los que muy apenas pueden pensar en algo creativo que hacer con sus hijos.  Sea cual sea nosotras tenemos un rol muy importante en esto. 

Nuestros hijos pasan la mayoría del tiempo con nosotras y la mayoría de su aprendizaje también viene por nuestra parte. Es nuestro deber hablarles bien de su padre y ser las primeras en hacerlos entender lo mucho que hace papá por su familia.  Quizá tu esposo trabaja largas horas y muy apenas puede pasar tiempo con sus hijos, y para los niños puede ser difícil entender esto.  Así que tú debes enseñarle que aunque parece que papá no siempre está, aún así no hay duda que papá ama a sus hijos. 

Creo que podemos estar de acuerdo en que no todos los hombres demuestran afecto o son tan cariñosos, o su manera de demostrar su amor es muy diferente a lo que nosotras esperamos.  ¿Y por qué no ayudarlo un poquito?  Podemos sugerir ideas, momentos de calidad con sus hijos, no tiene nada de malo.  Muchas veces están pensando en mil cosas que sencillamente se les pasan los días y oh no… pasó otra semana sin leerles su cuento favorito. Y sé paciente, no lo culpes, sus cargas y sus pensamientos son diferentes a los de nosotras.  Nosotras constantemente tenemos un mundo de dudas por nuestros hijos; que si ya comió lo suficiente, ¿tomó suficientes onzas de leche en 8 horas?  ¿Estaré estimulando su cerebro lo suficiente?  Habla muy poco, ¿que si tiene un problema en el habla o tiene la lengua pegada?  Y es normal, somos las mamás, creo que Dios hizo esta manera de como pensamos intencionalmente.  Y podemos ser ese balance en nuestro esposo si tal vez él no es tan intencional con los hijos.  

Y por último, la manera en que te expresas de tu esposo delante de tus hijos.  Recuerda que ellos lo conocen como papá, no como el esposo de mamá que a veces la lleva al límite de explotar. Lo que tu hables de papá es lo que ellos pensarán de él. A pesar de que nuestra pareja a veces se equivoca o a veces tenemos problemas con él, sigue siendo papá, el papá de nuestros hijos. Debe ser muy estresante para un niño escuchar cosas tan negativas de la persona que se supone le debe brindar seguridad, identidad y la que debe ser su héroe. Nuestros problemas con nuestros esposos no son los problemas de nuestros hijos.  Seamos ese puente de nuestros hijos y su padre cuando lo necesitemos ser, la porrista número uno. 

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